martes, 6 de mayo de 2014

LIT. UNIVERSAL: AMÉLIE NOTHOMB

Como os había comentado, os ofrezco manifestaciones culturales de cruces culturales, empezando por el cómic Piel color de Miel.

El viaje de la adopción 1970, Seúl.




El pequeño Jung Sik Jun recorre las calles del barrio de Namdaemun. Es un niño de 5 años de edad sonriente, espabilado y sabe dónde encontrar comida. Cerca de un mercado, un policía cambiará su destino y marcará el inicio del recorrido de la adopción. Un viaje que no termina en las manos de una familia, al contrario, es la casilla de salida. Su primera parada será el orfanato Holt, donde su expediente revela la fecha de nacimiento, el nombre completo, el color de su piel (miel) y otros datos de interés: … “el niño es dulce, gentil y muy guapo. Niño recomendado para la adopción”. Los vagos recuerdos de aquellos días, una didáctica explicación sobre la guerra de Corea y los conflictos posteriores (una importante contextualización para comprender el fenómeno de la adopción de niños coreanos) y el emotivo, recurrente e imposible deseo de encontrarse con su madre envuelven el segundo nacimiento de Jung. 1970, extrarradio francófono de Bruselas. Adoptado por una familia belga, a medida que crece y se adapta a su nueva situación, va perdiendo sus referentes coreanos. De hecho, la pérdida se convierte en rechazo y afloran los primeros sentimientos de abandono y desarraigo. Los juegos con sus hermanos en el bosquecillo cercano a su casa, las horribles pesadillas de infancia, la toma de conciencia de uno mismo, las dudas propias de la edad, las mentiras del miedo darán paso al despertar sexual, la sensibilidad artística, el entusiasmo por la cultura japonesa, los días de instituto … Un fresco, una fotografía de alguien que busca aceptarse a si mismo. Piel Color Miel es un excelente trabajo de introspección. Una terapia exenta de artificios que refleja el sentir de muchos que han vivido de forma similar su experiencia (especialmente el caso coreano, único en el mundo debido a sus causas históricas, económicas y sociales). Sin embargo, la originalidad de la obra está en la concepción de la adopción como un viaje que acaba cuando uno consigue superar el sentimiento de abandono, se enfrenta a la tragedia y, especialmente en el caso de Jung, acepta la diferencia.

En este sentido, lo plasmado por el autor bien podría ser una especie de manual sui generis sobre la adopción, muy didáctico y que aporta una nueva y esperanzadora visión. Una íntima guía para padres primerizos, ya que como se lee en sus páginas: “Nuestras adopciones no acaban el día en que nos recogen. Es sólo el comienzo de nuestro recorrido como adoptados. Avanzamos a tientas, a oscuras, sin saber adónde vamos. El apoyo y el amor de los padres son fundamentales …”.

Jung al desnudo

 Jung Sik Jun se adentra en las profundidades del alma, de sus recuerdos y de sus fantasmas para confesar, con el temple del paso de los años, todos sus sentimientos. Comparte con el lector secretos, traumas y reflexiones profundas de gran emotividad. Un extraordinario esfuerzo, un exorcismo liberador, consciente de que aún le queda camino que recorrer. Una terapia donde los lápices, naturales, veraces y alegres, trasladan media vida de lucha interna. Un conflicto que, como apunta el propio Jung, se manifiesta en todos sus trabajos con las constantes: abandono, desarraigo, identidad y Asia.


Desde el cariño y el respeto, adornados con un entrañable sentido del humor, Piel color Miel respira optimismo, sabiduría y sinceridad. Así lo demuestra su propuesta artística, un blanco y negro liberado de estructura predefinida, combinando multitud de composiciones de página y enfatizando los momentos clave con viñetas metafóricas. El trazo del dibujo, con toques “abocetados”, es cercano y cálido. Un estilo magnífico para retratar la infancia y la adolescencia. En este aspecto, la independencia en la forma contrasta con el resto de sus obras. Sin ataduras, Jung ha logrado una grata sorpresa editorial y una parada obligatoria para los amantes del cómic.

No estamos ante un manhwa, sino ante un BD en mayúsculas de un autor que promete seguir contando su apasionante viaje. Para los que desconozcan a este artista, es obligado mencionar que después de cursar humanidades en el Ateneo Real Rixensart, ilustración en la Academia de Bellas Artes de Bruselas y animación en laEscuela de Arte de la CambreJung consiguió publicar dibujos para obras tan populares comoSpirou y Tintin y para la Belgian Business Magazine. Entre sus obras más conocidas destacan La Jeune fille et le vent con Martin Ryelandt y Kwaidan junto con Lee-Yun, su esposa.

Extraído de (pincha la portada):



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