METAMORFOSIS
Casi siempre identificamos ese
término como un mito universal que nutre las religiones, las artes y la
literatura.
Históricamente acabó por englobar
los dominios de lo fantástico y sobrenatural. La metamorfosis no produce ni
muerte ni desaparición (noción de continuidad) y se sitúa en la transformación
de un elemento o de un ser en un
elemento o un ser diferente (noción de ruptura).
El mito de la metamorfosis tiene
como finalidad explicar el mundo, darle sentido. El hombre que juega a ser dios
reconstruye el mundo a su imagen, y por esa misma razón, se da la posibilidad
de actuar sobre el mismo. El hombre ha sido, históricamente, cada día más
“curioso” e introspectivo. Muchos son los mitos que relacionan la creación del
hombre con una metamorfosis. La metamorfosis se relaciona por medio de los
mitos a la divinidad o a los personajes satélites de las divinidades. Es la expresión
del poder divino y contiene efectos de dramatización.
Se puede reagrupar la
metamorfosis relacionada con los mitos en tres ejes principales: la
metamorfosis es un instrumento de
seducción del poder divino, pero también el medio de escape de la tiranía
amorosa de los dioses, así como un manifestación de la ira, el castigo o el
premio de la divinidad.
El hecho de transformarse con el
fin de seducir a una persona tiene un efecto de continuidad en el sentido en el
que se pone todo en obra para cambiar de apariencia y mejorar aquello que no se
acepta (el mito de Europa y de Zeus en el que Zeus se transforma en un toro
blanco para acercarse a Europa sin asustarla y al mismo tiempo escapar de su
esposa, Hera, ejemplo tipo que demuestra que la seducción se sirve, a veces de
la metamorfosis).
La metamorfosis puede también ser
utilizada con finalidad de huida. Es el caso del mito de Pan y de la ninfa
Siringa cuando Pan persigue Siringa, que es hamadría (ninfa de los bosques que
vive en el interior de un árbol y muere con él). En el momento en que el dios
va a atraparla se transforma en una caña. Pan decide cortar la caña para
hacerse una flauta, recuerdo de su amor perdido. Este mito prueba que el
sentimiento de miedo conlleva la necesidad de metamorfosearse.
El hecho de transformarse con la
finalidad de escapar a otra persona, en este caso el dios Pan, nos da una
sensación de ruptura con el mundo real. En efecto, transformarse en caña
significa que uno ya no quiere pertenecer al cuerpo que nos apresa y a todo lo
que representa e implica. Hay aquí pues un efecto de ruptura y no de
continuidad. Pero sí hay continuidad en la transformación de la caña en flauta.
La metamorfosis puede utilizarse
como medio de manifestar la sentencia de los dioses. En la mitología griega
este es el caso de Minos, hijo de Zeus, padre de los dioses y de la princesa
Europa. Saliendo de la ciudad, colonizó gran cantidad de islas del Egeo y,
después de su muerte se le reconoció como un soberano justo, sabio y buen
legislador y después de su muerte reconocido también entre los jueces del
Infierno. En la leyenda más difundida, Minos rehusó sacrificar un toro
prometido a Poseidón, dios del mar, quien lo castigó inspirando la pasión
amorosa de su esposa Pasifae por el animal y dio vida al Minotauro. Según otra
leyenda Minos era un tirano que tomó medidas intolerables para vengar la muerte
de su hijo Androgeo por manos atenienses. A intervalos regulares, exigía como
tributo de Atenas la entrega de siete jóvenes que sacrificaba al Minotauro. Minos
encontró la muerte en Sicilia y fue entonces cuando se convirtió en juez en el
reino de los muertos.
Esta metamorfosis se debe a la
voluntad divina y puede calificarse de ruptura en el aspecto físico pero sigue
siendo una continuidad ya que el aspecto moral no cambia
Eugène Ionesco
El rinoceronte (título original
en francés Rhinocéros) es una obra escrita en 1959 y está considerada como una
de las obras más destacadas del Teatro del absurdo.
A lo largo de tres actos, los
habitantes de un pequeño pueblo francés se ven convertidos en rinocerontes. La
figura principal de la obra, Berenger, un hombre común y sencillo, a menudo
minusvalorado y criticado por su adicción al alcohol, resulta ser el único
humano que no desarrolla esta metamorfosis.
El Rinoceronte ha sido a menudo
interpretado como una metáfora del surgimiento de los fascismos en la Europa
anterior a la segunda guerra mundial; de esta manera trata temas controvertidos
como la conformidad o los conceptos de cultura o moral.
La obra fue adaptada al cine en
1973 por Tom O Horgan y protagonizada
por Zero Mostel y Gene Wilder.
Es pues la metamorfosis de Jean,
que pasa primero por una metamorfosis mental, seguida por una metamorfosis
física que no puede controlar. Ese cambio físico ilustra el debate de las
ideologías europeas que él mismo siente interiormente. En este caso se habla de
ruptura ya que Jean no domina su metamorfosis ni física ni moralmente.
En este caso como en el caso de
Kafka la metamorfosis física está relacionada con una metamorfosis moral.
Guy de Maupassant
En Le Horla, nos describe un
hombre de clase alta que, a raíz de un encuentro en el mar, comienza a sentir
la presencia de un ente al que él llama El horla, lo cual le conducirá
inexorablemente a una espiral de locura.
Existen dos versiones de El
Horla. La primera de ellas se publicó el 26 de octubre de 1886, y toma la forma
de una carta del protagonista a su médico. La segunda versión se publicaría
el 9 de diciembre del mismo año, esta
vez en forma de relato en tercera persona, contado por el médico que atiende al
protagonista. Esta versión se publicó directamente en libro, y es la que se
suele publicar más a menudo hoy en día. Existen diferencias argumentales y
estructurales entre versiones; la fundamental, que las primeras no tienen el
formato de diario que mantiene la tercera, además de que en la tercera se
añaden situaciones inéditas en la primera, como la sesión de Mesmerismo en
París y el horrible final de la mansión y los sirvientes del protagonista entre
otras, pero en esencia, la historia es prácticamente la misma.
El autor hizo decir al personaje
narrador que probablemente lo considerasen loco tras su lectura. Su
metamorfosis significa que quiere escapar de él-mismo buscando una puerta de
salida para evitar tener que enfrentarse a la realidad.
H.P. Lovecraft se inspiró en este
relato para realizar su obra “La llamada de Cthulhu”.
La película Diary of a madman, de
1963 está basada libremente en el relato.
Otros autores
El tema de la metamorfosis vuelve
a ser abordado pro Oscar Wilde en El retrato de Dorian Gray, por Patrick
Süskind en Le Testament de maître Mussard, y por R-L. Stevenson en El extraño
caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. El libro es conocido por ser una
representación vívida de la sicopatología que hace que una misma persona tenga
dos personalidades totalmente opuestas. Hace referencia al trastorno de
identidad disociativo, antes conocido como “trastorno de personalidad
múltiple”. Fue un éxito inmediato y uno de los más vendidos de Stevenson. Las
adaptaciones teatrales comenzaron en Boston y
Londres un año después de su publicación y aún hoy continúa inspirando
películas e interpretaciones interesantes.
Las metamorfosis fue utilizada
por el compositor inglés Benjamín
Britten , en una obra para oboe solo titulada “Seis metamorfosis de Ovidio” que
evoca las imágenes de la obra del autor Ovidio
Recordaremos pues que una
metamorfosis no llega por si misma sino que es la consecuencia de un hecho que
nos “trastorna” y después nos hace reaccionar. En el caso de una metamorfosis física se
habla de continuidad ya que el cuerpo cambia y evoluciona envejeciendo. La sola
ruptura posible es la muerte por la cual el cuerpo deja de funcionar.
En los sujetos literarios se
trata más bien de una ruptura con el mundo real. En el plano intelectual, se
trata de una continuidad ya que la mente y el cerebro evolucionan de día en
día. La ruptura existe cuando la metamorfosis intelectual se da por acabada.
Extraído de aquí
Metamorfosis (I)
Metamorfosis (II)
Metamorfosis (III)
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